domingo, 2 de febrero de 2014

CANTABRIA LLEVA LA PEOR PARTE

     
La playa de El Sardinero parece un campo de batalla de escombros, restos de barandillas y juegos infantiles destrozados. Barrida durante la madrugada por olas de más de diez metros que han arrasado el litoral, a primera hora de la mañana era la prueba de la gravedad de los daños. La lista es extensa y recorre todo el litoral cántabro, desde Castro Urdiales a San Vicente de la Barquera, con la capital, Castro Urdiales y Laredo como zonas más afectadas.
En Santander la Avenida García Lago suma edificios anegados y muros vencidos. El Hotel Chiqui, sin embargo, ha resistido notablemente bien la furia del mar. No pueden decir lo mismo los restaurantes El Parque y el Cormorán, en los pies de la playa de El Sardinero, lo mismo que la sala BNS, que está destrozada. El agua ha roto puertas y ventanas blindadas. El local "es lo más parecido a una piscina", decía a primera hora de la mañana un policía.. La imagen era el caos perfecto: taburetes, cristales blindados, sillas, mesas... todo 'buceando' dentro del local.
En los bajos del restaurante Maremondo, los dueños de la Escuela de Surf Sardinero se han encontrado con el local destrozado. “A las seis de la mañana ha sido la pleamar con un coeficiente de 103 y el Hércules de hace quince días se ha convertido en Sansón esta noche. Ha sido la casualidad, la mar en fuerza ha pegado a esa hora, como siempre, pero ha coincidido con una marea de cien. Ha sido como si hubiera pasado un tsunami. Es triste porque es un negocio de un año y nunca había pasado algo como esto, pero... la mar no tiene medida”, explicaba el veterano surfer y empresario Carlos Beraza. A unos metros de allí, las duchas arrancadas con sus bases de cemento y unos columpios destrozados que parecen ser de la segunda playa, al otro lado de Piquío, se amontonan en la esquina de los bajos. Un auténtico campo de batalla.
La caja registradora del restaurante 'El parque', en Santander apareció varada en el aparcamiento del supermercado Lupa, a más de cien metros. Las olas arrasaron el local, recientemente rehabilitado de los daños de una tempestad anterior. Un maremágnum de hierros retorcidos, cristales astillados y menaje del restaurante alfombraba el lugar. La misma suerte corrió su vecino del 'Cormorán'. El agua llegó hasta el primer piso, rompió los ventanales y anegó los salones. A su alrededor, el quiosco de helados fue arrancado de cuajo de su ubicación y situado en medio del paseo. A su lado reposa una barandilla de hormigón mientras que la arena ha cubierto el pavimento y muestra como el oleaje atravesó el parque de Mesones y llegó hasta el aparcamiento. Tres dotaciones de bomberos trabajan en la zona del Chiqui y el parque de Mesones para achicar agua de algunos garajes y revisar los daños.
Castro Urdiales
En Castro Urdiales, el fuerte oleaje que se ha producido coincidiendo con la pleamar ha provocado el desplazamiento de varios vehículos que estaban aparcados en el parque de Hierro, de la calle Silvestre Ochoa y en La Atalaya, que han acabado chocando entre ellos. Además, el fuerte oleaje provocó inundaciones en los bajos de alguna vivienda de la Avenida de la Playa. La marea también se ha llevado unos 35 metros de muro del muelle Don Luis, parte de la balaustrada de la Pérgola y ha reventado varios cristales del Hotel Miramar, situado en la playa de Brazomar. La virulencia de la mar también se ha dejado notar en el pabellón de Actividades Náuticas, en el que se han registrado diversos materiales que han afectado a las traineras de la Sociedad Deportiva de Remo. La playa de Dícido, en Mioño, también ha amanecido afectada por el temporal. Los servicios de emergencias de Castro se han visto obligados a cortar el acceso a San Guillén y la Avenida de la Plaza por preocupación.
San Vicente de la Barquera
Los equipos del 112 Cantabria han tenido que actuar para achicar agua en calles y locales de San Vicente de la Barquera, que el sabado ya sufrió pequeñas inundaciones. En Comillas la playa resultó arrasada. Las estructuras de madera de su acceso principal y restos de las barandillas de hormigón aparecieron en la tapia del cuartel de la Guardia Civil “y no sabemos donde están las duchas” decía a primera hora de la mañana la alcalde María Teresa Noceda, que inspeccionaba los daños. En la playa de Oyambre ha desaparecido el aparcamiento y las olas se han comido parte de las dunas: la cerca del campo de golf está ahora directamente sobre la playa. El duelo del chiringuiro' El pajaro amarilolo' relataba como las olas pasaban por encima del techo del local.
Los servicios de emergencias también han tenido que intervenir para ayudar a personas heridas o arrastradas por las olas en el cámping de Ajo (Bareyo), donde las olas han movido varios coches.
La boya de la Red Vigía del Gobierno cántabro ubicada frente a la Virgen del Mar ha registrado esta madrugada olas de hasta once metros de altura. La boya Augusto González Linares, que el Instituto Español de Oceanografía tiene fondeada 22 millas al norte de Cabo Mayor, las olas han sido mayores, con valores medios de entre nueve y diez metros. En este caso, los datos no concretan los picos máximos alcanzados.
Graves destrozos en la playa de Comillas
El temporal ha causado graves daños en la zona de la playa de Comillas. El fuerte viento que sopló durante toda la noche levantó los tablones de madera de la rampa que da acceso al arenal y causó destrozos en la zona de las duchas. Pero el mayor destrozo se ha producido, sin duda, en la barandilla que separa la playa del paseo, que ha quedado, en muchos tramos, reducida a escombros.
En la zona de los pinares, ha causado soplaos y “ha movido mucha arena”, explicó la alcaldesa, Teresa Noceda. En la zona de puerto, el temporal también ha dejado huella “y ha arrasado con las puertas de las bodegas”. Noceda explicó que “nunca se habían visto destrozos de este calibre en la playa de Comillas” y aclaró que “va a costar bastante dinero arreglarlo”. Por parte del Ayuntamiento, “se ha dado parte a Costas y a Puertos y, de momento, no podemos saber cuánto, pero volver a poner todo esto en condiciones nos va a costar bastante, porque ha sido un auténtico desastre”, zanjó.
Laredo
"Nunca había ocurrido esto", explica la Policía Local de Laredo. "Si llega a llover se nos inunda el pueblo". La villa ha registrado también numerosos daños. Los muros de piedra de la calle Almirante Bonifaz están reventados, igual que las puertas del paseo marítimo.
"Los merenderos de El Puntal tienen hasta metro y medio de agua y las calles de acceso están intransitables". Calles inundadas, vehículos destrozados al ser arrastrados por las olas y colisionados contra muros u otros coches, siete garajes anegados... En Laredo "los daños son numerosos y los barcos se salían del puerto", según la Policia Local.
Santoña es otro de los municipios que ha padecido los efectos del temporal. La playa de San Martín ha sido la más afectada y la fuerza del mar se ha llevado por delante más de 18 metros de barandilla.También ha arrancado de cuajo una de las duchas. La campa del Pasaje, que está situada frente al Patronato Militar, se ha inundado y también ha sufrido daños el embarcadero del barco de recreo que une Santoña con Laredo, en concreto, han quedado destrozadas las escaleras de madera que dan acceso a la playa.
Suances
El temporal no pasó de largo en Suances durante la noche y dejó escenas impresionantes en varios puntos del municipio. En la zona de la playa de Los Locos, el oleaje arrastró el frente de la terraza del chriringuito, concretamente, la barandilla y el toldo que lo cubría. Hace dos años ocurrió algo similar, pero además el agua se llevó el suelo de la terraza, de madera, que ahora ha sido reforzado y ha permanecido en su sitio.
Sin haberse producido grandes desperfectos, en la zona de la playa de La Concha, el agua se ha adentrado en las calles interiores y en zonas puntuales del carril bici y ha arrastrado arena y palucada. Esta escena se ha visto en la calle Enrique Otí, a la altura del Restaurante Ciaboga y desde la zona de El Hotel El Muelle se ha salido el agua también hasta dar a parar al Hotel Soraya.
En Tagle, el fuerte olejaje ha dejado la playa sin arena.
Santoña y Bareyo
El temporal costero ha dejado su huella en la villa de Santoñaque ha amanecido con un reguero de destrozos en sus dos playas, que se han visto dañadas por el azote de las olas. En la playa ubicada en el municipio la zona más afectada ha sido San Martín que ofrece una dura estampa. Las rocas, la arena, palos y las algas invaden este tramo del paseo que ha visto como sus barandillas metálicas han sido arrancadas de cuajo con las losetas en las que estaban instaladas incluidas. Los bancos de piedra también han sido desplazados varios metros así como la ducha que había en este arenal. A los pies del Fuerte de San Martín se acumulan las piedras arrastradas por la mar. La campa del glacis, frente al Patronato Militar, ha despertado completamente inundada pudiéndose imaginar la altura que alcanzó anoche el oleaje. El embarcadero del Pasaje tampoco se ha librado ya que la estructura de madera que facilitaba el acceso a la playa de La Machina ha sido arrancada de cuajo y destruido sus tablas por completo. Y todo el paseo, en mayor o menor medida, tiene restos de arena.
Otro de los municipios orientales que tampoco se ha librado de este furioso temporal es Bareyo. Aquí, la playa de Cuberris se ha llevado la mayor parte con importantes destrozos que dejan un imagen lamentable. Las olas han arrancado de cuajo las pasarelas de hormigón que permiten el acceso a este arenal así como ha destrozado todo el mobiliario urbano incluidos los baños públicos. El nivel de arena, dice el alcalde José de la Hoz, ha descendido en unos cuatro metros y el agua del mar ha llegado incluso hasta la zona de hoteles donde se han sufrido inundaciones y el camping. Tal ha sido su fuerza que ha arrastrado coches que había en el lugar y los ha introducido en las instalaciones del camping.